El estilo gótico se desarrolla en Europa, sucediendo al románico desde la cuarta década del siglo XII hasta bien entrado el XVI. Aunque el gótico sucede arquitectónicamente al románico del siglo XII, lo cierto es que ambas arquitecturas responden a principios inspiradores opuestos.
Sus características principales son:
- Arco apuntado
- La bóveda de crucería, compuesta por arcos que se cruzan diagonalmente, llamados nervios, con una clave central. Este tipo de bóveda concentra los esfuerzos en cuatro puntos determinados en que apoyan los nervios cruzados, lo que permite prescindir de los muros macizos del Románico.
- Amplios ventanales con vidrieras, de mayor luminosidad.
- Los espacios entre los nervios con plementería, lo que permite elevar el conjunto.
- Rosetones.
- La planta de la catedral gótica sigue la disposición románica aunque aumentan las naves (3, 5 ó 7 naves).
- Cabecera con girola a la que se abren las capillas poligonales.
- La fachada se divide en tantas zonas verticales como naves, generalmente tres, y en tres fajas horizontales.
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